Meditación y surf: un combo ganador
¡Hola, Free Surfers! ¿Se avecinan algunas olas en vuestro finde? Esperamos que sí :) Hoy nos gustaría dedicar nuestro post a un tema que quizás no os esperabais: la meditación y el surf como combo ganador. Porque en estos momentos tan extraños puede que nos cueste desconectar y dejar los problemas en la arena, y para que empecéis a descubrir cómo alejaros poco a poco del ruido de vuestras cabezas.
Lo cierto es que el surf ya tiene unos efectos en nuestra mente muy similares a los de la meditación… ¡pero podemos potenciarlos! ¿Cómo? Pues hay algunos trucos, como por ejemplo, aprovechar el momento de la cera. Ese momento en el que muchos ya estamos con los ojos fijados en el agua como un perro babeando por su hueso… sí. Se trata de dar cera con calma, pensándolo bien, y como una forma diferente de comenzar a despejar vuestra mente antes de entrar en el agua. La buena noticia es que nunca pondremos cera de más, así que podemos tomarnos tooodo el tiempo que queramos.
También el mar es una herramienta importante a la hora de meditar. Lo mejor que podemos hacer es dedicar un momentito, o toda la sesión, a dejar de pensar en nosotros. A escuchar las olas, a sentir su fuerza, a presentir la arena que se mueve bajo vuestros pies… Hay millones de sensaciones escondidas en el agua, ¡seguro que todavía os queda alguna por descubrir! Además, debemos olvidarnos de las frustraciones que vivimos a la hora de surfear. Sí, sí. Las caídas también son maravillosas. Otro de los trucos que os beneficiarán será disfrutar del simple hecho de estar en el agua, que hoy en día ya es algo extraordinario.
Visualizar… Mirad, ¡en eso somos expertos! En surfear la ola con la vista antes de cogerla… ¡o antes de entrar al mar si quiera! Este ejercicio es tan importante como cualquier otro que hagamos dentro o fuera del agua…¡porque el surfing no es todo técnica! Vamos a darle gas al mindfulness, ¿no?
¿Os quedáis con ganas de más? Para los que se animen a leer en inglés, aprenderéis más sobre sur y meditación con el libro «Mindfulness and Surf. Reflections for Saltwater Soul» de Sam Bleakley