El cielo en Fuerteventura
Las posibilidades de nuestra casa, Fuerteventura, son infinitas. Hoy me gustaría compartir con vosotros, los Free Surfers, el camino hacia las estrellas.
Pongamos que he llegado de vacaciones a la isla majorera y que, además, me he despertado aventurera. Reservo unas clases de surf en Free Surfers School, para iniciarme. Soy patosa en el agua pero en la escuela me aseguran que con perseverancia no hay nada imposible. “Pues bien”, pienso, “a ver qué sale de esto”…
La tarde ha sido espectacular, la isla y sus playas parecen querer darme en las narices, querer atraparme en su idílico paisaje y temperaturas alucinantes. ¡Estamos en Octubre! Cuéntale esto a un gallego…
Durante las clases, uno de mis compañeros comienza a hablar sobre “viajar a las estrellas desde Fuerte”, nos dice a todos. Pero, yo no me lo creo, ¿de qué habla este tío?
–Aquí no solo miramos al mar, sino también al cielo. Si sabes dónde ir, por las noches puedes dejarte fascinar por la Vía Láctea, que está muy lejos, pero desde aquí la puedes sentir muy cerca. Hay muy pocos lugares en el mundo así, por eso aquí los astrólogos alucinan. Bueno, y no solo ellos, fuimos declarados Reserva Starlight por la UNESCO, que no es moco de pavo…
Foto: www.visitfuerteventura.es
–¿Y cómo llegas a esos sitios?
– Pues los locales ya nos lo sabemos, pero si vienes de viaje puedes contratar excursiones para acercarte y además, viajas con expertos que te explican a la perfección lo que estás viendo, o realizar cursos de fotografía nocturna… ¡Hay mil opciones!
Aquel chico siguió hablando un rato más sobre la maravillosa estampa nocturna así que decidimos que sería la opción perfecta para relajarnos tras una tarde intensa de stand up a tope.
Y tenía razón el surfista primerizo; bajo la oscuridad se abría un gran camino iluminado que yo solo había visto antes en fotografías. Cientos de estrellas sobre nuestras cabezas nos envolvían, nos hacían sentirnos pequeños. Nos hechizaban para olvidar el resto.
Sin duda, la magia de Fuerteventura embruja.
Pongamos también que volveré.
